En el atardecer del viernes 23 de marzo, el fenómeno fue anunciado por el Servicio Meteorológico luego de que los termómetros treparan casi hasta los 30 grados. Y aproximadamente a las 20 horas, un violento temporal se desató sobre la ciudad de Buenos Aires y alrededores, causando algunos daños y provocando nerviosismo por varios minutos.
En Colegiales, el viento, la lluvia y el granizo afectó al vecindario al igual que en otros barrios porteños y localidades suburbanas. Roturas de árboles, caída de ramas sobre aceras y calzadas, y abolladuras en automóviles, tuvieron esta vez el mayor protagonismo, ya que si bien el aguacero fue importante, no llegó a provocar anegamientos de consideración. En cambio, lo que sí impresionó y mucho, fue la intensidad con la que se precipitó a tierra el granizo, cuyo tamaño y cantidad también sorprendió a quienes circulaban por las calles con las primeras sombras de la noche.
Entre cinco o diez minutos más tarde, la violencia del temporal disminuyó y al rato la lluvia cesó para darle lugar a una débil llovizna. Pero el saldo del fenómeno quedó puesto de manifiesto durante unas cuantas horas. Más allá del negro panorama ofrecido por los árboles mutilados, llamó la atención la gran cantidad de hielo acumulado en los umbrales de casas, edificios y comercios.
Siempre que el Servicio Meteorológico anuncia un fenómeno de esta naturaleza, para los memoriosos es inevitable volver mentalmente a 2006, año en el cual una feroz tormenta de granizo destrozó parabrisas, lunetas y abolló carrocerías por doquier. En esta ocasión, si bien su magnitud no llegó a ese extremo, también sobrevino el temor que ameritó trazar un paralelo con lo acontecido 12 años atrás.
Para este fin de semana, el pronóstico indica que continuarán las lluvias, con la diferencia de que el domingo bajará considerablemente la temperatura, con una mínima de 11º y una máxima de 20º. En las últimas horas de la jornada regresará el buen tiempo. El lunes se presentará con cielo parcialmente nublado y marcas térmicas más acordes al otoño que ya se ha instalado.
Fotos: en las dos imágenes superiores, el granizo acumulado sobre las veredas de Federico Lacroze. En las dos de abajo, ramas desprendidas de los árboles. En Ciudad de la Paz entre Olleros y Lacroze, una quedó colgada de un cable en la mitad de la calzada.
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