El domingo 15 de diciembre Evo Morales y Matías Lammens estuvieron en el Centro Montañés, compartiendo un partido de fútbol entre amigos. La noticia fue difundida por varios medios periodísticos, inclusive, el nuestro. Lo que nadie publicó, son los entretelones en función de los cuales, el ex presidente de Bolivia y el flamante Ministro de Turismo y Deportes de la Nación, se encontraron en el barrio de Colegiales con la finalidad de divertirse un rato en la cancha de césped sintético de la institución ubicada en Jorge Newbery y Crámer.
Gustavo Calandria, uno de los concesionarios del restaurante del Montañés, relató las circunstancias previas al evento amistoso entre estas personalidades del mundo político latinoamericano: “Matías (Lammens) había estado almorzando ese mismo día. Él suele venir al comer de tanto en tanto. Antes de irse me preguntó si podría volver más tarde a jugar al fútbol. Le dije que sí. ‘Pero mirá que vengo con Evo Morales’, me aclaró. Le contesté que pensaba que no habría ningún problema, aunque tendría que consultarlo con quien se encarga del alquiler de la cancha, para combinar el tema del horario”.
Algunas horas después, finalmente Lammens, Morales y sus respectivos equipos (unos vestidos con casacas de San Lorenzo, otros con las verdes de la selección de su país), concretaban el cotejo, que terminaría en un empate en ocho goles por bando. “Yo iba a irme, como habitualmente hago los domingos después del almuerzo, pero me quedé –amplió el concesionario del local gastronómico-. Estuvo todo tranquilo. ¿Si se quedaron a cenar? No, terminaron el partido y se fueron. El de Matías era un equipo que se ve que se juntan bastante seguido a jugar. Él fue al arco”.
Horas más tarde, un miembro del grupo de ex presidente boliviano exiliado en la Argentina, subía a la red social Twitter un breve pasaje del encuentro futbolístico, lo que desencadenaba una andanada de noticias disparadas desde diversos medios deportivos y de interés general.
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