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Avanza la construcción de un gran emprendimiento inmobiliario en «El Cañaveral»

La construcción del complejo edilicio comprendido en Concepción Arenal entre Zapiola y Conesa avanza a paso firme. El intenso movimiento que se está desarrollando desde hace varios meses en esta manzana denominada El Cañaveral -con motivo de los altos yuyales que el paso del tiempo propició que crecieran- , así lo indica. Enormes grúas, camiones y trabajadores de la construcción por doquier se convirtieron en parte del paisaje cotidiano en este sector del barrio que está comenzando a tener una evidente transformación.

En la esquina de Zapiola y Concepción Arenal, un cartelón que ya había sido colocado el año anuncia lo que será el imponente edificio, que ocupará la mayor parte de una atípica manzana, cuya superficie es prácticamente el doble al de una manzana de las más tradicionales. El resto, lo compartirá con una subestación de Edenor que tiene entrada por Benjamín Matienzo, la cual permanece en el barrio desde hace varias décadas.

El cartel de obra aporta datos relevantes. Por ejemplo, que la construcción está a cargo de Caputo S.A., una reconocida empresa que hasta enero de 2018, era propietaria de familia Caputo. Uno de sus integrantes, Nicolás, es el «hermano de la vida» de Maurcio Macri, tal como el mismo presidente lo identificó públicamente. Pero a principios de 2018 los Caputo le vendieron el 82,3% de las acciones a una firma de nombre TGLT, que pagó una cifra cercana a a los 109 millones de dólares, operación de la que informaron los medios especializados en su oportunidad.

El complejo estará destinado a viviendas familiares, estudios profesionales, locales comerciales y cocheras. La superficie del terreno es de 12.718,64 m2 y la superficie proyectada para la construcción, es de 81.521 m2. ¿Su altura? 50 metros, a lo que habrá que añadirle una sala de máquinas.

Sólo hay que cruzar dos veces la calle para ir desde El Cañaveral hasta El Dorrego, el predio que por ahora es municipal, aunque la Legislatura aprobó hace unos meses su venta y según la información que ha circulado, sería adquirido por una empresa vinculada a Adrián Suar. El Dorrego está en el centro de una polémica, pues un grupo vecinal se resiste a que pase a manos privadas. En cuanto a El Cañaveral, si bien la mega obra que se está realizando tampoco goza de la simpatía de mucha gente, no hubo grandes márgenes para la protesta, pues los terrenos no pertenecían al Estado sino a particulares.

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