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Un sector infantil abandonado a su suerte

Una nota de un lector, Pato Santoro, alertó acerca de una situación anormal que se está padeciendo en unos de los sectores del barrio destinados a recreación infantil. En concreto, la referencia era al arenero con juegos enclavado entre el Polideportivo y el centro de jubilados de Freire al 100, espacio que se halla detrás de la Escuela Nº 13, Doctor Scalabrini Ortiz.

La denuncia del lector, apuntaba «a unos paseadores que llevan a todos los perros a hacer sus necesidades» en ese sitio. La nota estaba acompañada por fotos (izquierda) que en efecto, documentaban la presencia de los pichichos y sus paseadores, tranquilamente instalados junto a las hamacas de la pequeña plaza.

Una vez trasladada la inquietud a nuestra cuenta de facebook, se desencadenó un debate en el cual además de esta situación, quedó en evidencia el lamentable estado en el que se encuentra este sector que debería estar apto para recibir al público infantil, pero que hoy por hoy, dista mucho de cumplir con condiciones de limpieza acordes a esa función. Y es que no sólo el excremento de las mascotas se acumula durante días, sino que (y esto nada tendría que ver con sus dueños ni con paseadores) la suciedad existente incluye pañales y botellas rotas.

En el debate participó gente del Rinconcito de los Cachafaces, que los sábados por la tarde dan una merienda y ofrecen juegos para los chicos del barrio gratuitamente en este espacio. Aclararon que una hora antes de comenzar sus actividades, deben reacondicionarlo y limpiar la gran suciedad existente, y que a pesar de haber dejado carteles solicitando que los desperdicios sean arrojados en los tachos de basura, éstos habían desaparecido a la semana siguiente, con un panorama que volvió a ser similar al anterior.

Otros lectores hablaron del abandono por parte del Estado, es decir, la ausencia de personal de limpieza, mientras que hubo quienes justificaron a los paseadores y dueños de los perros, explicando que algunos juntan las heces y argumentando que el canil de plazas vecinas, como la de la calle Moldes, no reúnen las condiciones apropiadas para llevar a los canes. En síntesis, la situación es altamente irregular. Y al no haber presencia de las autoridades, la solución no parece estar cerca.

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