Cuando Colegiales aún no había sido elegido por una inusual cantidad de productoras para establecer sus raíces, y por ende aquellos que tienen que ver con el mundo de los medios tampoco se habían afincado en el barrio, ya había algunos actores que vivían en él. Uno de ellos era Alfonso Pícaro, quien había fijado su lugar de residencia en el edificio más alto de la cuadra de Federico Lacroze entre Freire y Zapiola. Recordado por haber participado en numerosos ciclos humorísticos junto a capocómicos de la talla de Alberto Olmedo, Javier Portales, Juan Carlos Calabró y Guillermo Francella, nació en 1928 en La Paternal y su fallecimiento se produjo en octubre de 2012, a los 83 años. Hijo de inmigrantes italianos, tuvo ocho hermanos y heredó la profesión de su padre: peluquero, aunque después dejó de ejercerla a medida que se afianzaba en el campo actoral.
Su nombre quedó fuertemente ligado al apodo de uno de los personajes que interpretó en el programa Telecómicos en la década del Sesenta: Miseria Espantosa. Y pese a que más adelante intervino en No Toca Botón y Calabromas, entre otros, a Pícaro siempre se lo seguía asociando a ese mote tan particular.
Una vez retirado de la actuación, Colegiales siguio siendo su lugar en el mundo. Solía vérselo en el barrio a toda hora, disfrutando del sol en la Plaza Mafalda, en el desaparecido gimnasio del profesor Mario Barrios (enfrente de su domicilio, donde hoy hay otro edificio) o simplemente caminando por Federico Lacroze. Tuvo dos hijos varones, Luciano y Mariano, también, asistentes asiduos a esos y otros espacios del barrio, en la que todavía era una zona «virgen» del runrún artístico que lo caracteriza por estos días.
Fotos: junto a sus hijos en 2008, en ocasión de ser distinguido con el Premio Podestá. Abajo, el edificio de Lacroze al 3000 que habitó durante décadas.
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