«La infraestructura del barrio ha quedado obsoleta»

La Asociación Civil Colegiales cumple 15 años. Opina Marcia Hashiba, su presidente:

La Asociación Civil Colegiales cumple 15 años. A propósito del significativo aniversario, está organizándose una celebración que sería en el transcurso de abril. «Luego de las Pascuas, entre la tercera y cuarta semana del mes, vamos a concretar el festejo junto a la gente del barrio», anuncia Marcia Hashiba. A continuación, resume la historia del ente que preside:
-La Asociación empezó con cien vecinos poco antes de 2003 y adquirió carácter oficial en ese año. Los fundadores fueron Miguel Toledo y Eugenio Colombo, y fue creciendo de a poquito. Lamentablemente ellos ya no están. A través de Eugenio, en Colegiales se hizo el primer plan de seguridad a nivel Nación. En 2008 se incorporó todo lo que es el comercio, generándose un centro comercial a cielo abierto, que era un concepto nuevo, con origen en España, en el cual se nuclearon los negocios minoristas. Es una ONG gracias a la que el comerciante obtiene múltiples beneficios. A su vez nosotros nos ocupamos del mantenimiento y de la seguridad del barrio desde la perspectiva de una organización no gubernamental. Se trabajan con distintas entidades estatales o municipales. Lo que acá fundamentalmente se creó es una comunidad, con gente que vive o trabaja en el barrio. Yo estuve desde el principio, soy su presidente, y tengo la función de coordinar las diversas actividades que se van realizando. Los miembros de la Asociación tenemos nuestras actividades personales. Yo cuento con la ventaja de que al ser autónoma, puedo acomodar mis horarios. Pero todo lo que se hace en la ONG es solidario, nadie cobra un sueldo.
-¿Cómo ves actualmente a Colegiales?
-En general está bien, está desarrollándose. Tiene un pérdida importante de espacios verdes. Lo que se denomina Palermo Hollywood, que linda con nosotros, tiene cero espacio verde. Del otro lado, Belgrano R también tiene muy poco, y su densidad de población es muy alta. Todo eso nos preocupa, al igual que la violación del código de edificación: se están demoliendo casas para construir cada vez más edificios. Muchas veces no se cumple con ese código. A menudo pasa que en un lote de 20 metros por 8,66 hacen 20 departamentos. Es decir que donde vivían seis personas, quizás pasan a vivir más de cien. Esto altera la provisión de energía eléctrica, de agua… La infraestructura del barrio ha quedado obsoleta. Y además está colapsando el estacionamiento. En un barrio que era muy tranquilo, ya casi no se puede estacionar.
-¿Dónde se notan más los cambios?
-Hay un crecimiento del eje Honduras-Freire. Por un lado los comercios nuevos son bienvenidos pero por otro, eso se traduce en un fuerte ruido ambiental. Vos por ahí conseguiste mudarte a una casita con tu familia y de golpe eso se convierte en una zona residencial. La transformación de las zonas residenciales en comerciales es realmente muy problémático. El Gobierno quiere evitar que la gente se mude de una barrio a otro. Entonces se supone que cada uno tendrá su propia infraestructura para autobastecerse social y comercialmente, porque la ciudad está cada ve más colapsada. Pero a nivel legislativo no existe ninguna iniciativa que trate de frenar lo que por ejemplo, nos pasa a nosotros con esta transformación. Así le pasó a Palermo Hollywood y en cierto plazo, también se producirá acá. El que quiere una vida tranquila tendrá que buscar otras opciones.
-Hablemos de la inseguridad.
-Hay más presencia policial, aunque también menos miedo de los ladrones. En el verano disminuyeron los robos, especialmente en zonas residenciales. Los corredores escolares también está más cuidados. Pero los agentes solamente están de día. De noche cambia el panorama. Veremos qué pasa a medida que oscurezca más temprano. Y otro problema grave es el de los robos en moto, sobre todo en las avenidas. A pesar de que el policía está, cómo los motochorros actúan tan rápido, es muy difícil solucionarlo.
-Vos estás en contacto con ellos. ¿Cómo están los comerciantes?
-La inflación es alta y las ventas se ven afectadas al igual que en todos lados. Lo que funciona muy bien es la gastronomía. Contrariamente, el rubro textil, no ha levantado. Pero hablando a nivel general, en Colegiales casi no hay negocios cerrados, algo que sí ocurre en otros puntos de la Capital. Rodríguez Larreta anunció hace poco la puesta en valor de Federico Lacroze. Esperemos que sea así.
-Ya pasaron cinco años de la inaguración del viaducto. ¿Cómo está esa zona?
-Ese es un punto de inseguridad grande. Ahí han sobrevivido algunos negocios. En cuanto al movimiento de gente, ayuda el establecimiento de varios locales gastronómicos, pese a que también han sido asaltados. En Lacroze y Conesa, a una cafetería la robaron tres veces. Otra cosa que siempre ha afectado a esa zona son las inundaciones. Pero se está haciendo un obra muy importante como la del segundo emisario del Arroyo Vega. Esperemos que eso solucione la situación.