Temporada tras temporada, Omar Ortiz (foto) se pone la camiseta de La Normanda en cada torneo de padel de los tradicionales. A los 53 años, su pasión por este deporte la vuelca en la cuarta categoría del circuito oficial. «Estamos jugando en cuarta libre con un amigo de la infancia, solo nos juntamos para representar a La Normanda aunque él juega en Provincia y yo, en Colegiales. Para este Abierto -arranca la semana que viene- pasamos la qualiy y clasificamos para el campeonato, vamos a ver como nos va en la instancia finales», cuenta Omar. Pero más allá de lo que ocurre en la actualidad, Ortiz y el club (al que cada miécoles sin falta va a jugar con amigos) se encuentran estrechamente vinculados:
-Juego acá hace unos 20 años. Fredy Reinozo nos acercó al lugar. En aquella época eramos ocho los amigos que veníamos. Uno, era Juan Alberto Badía, mi compañero de juego.
-¿Qué hacían además de jugar al padel?
-Después de una ducha donde comentábamos los partidos venía una buena cena y como postre, truco de ocho, era fantástico. Cucho -el encargado- no sólo nos hacía una excelente comida, después, nos aguantaba hasta la madrugada esperando que termináramos de jugar, entre varios cafés y whiskys. Sólo uno tomaba Cointreau: Juan Alberto.
-¿Qué sucedió con ese grupo?
-Después de tantos años el único que quedó fui yo. Fueron pasando muchos amigos en el horario de los miércoles. Para mí es indispensable cortar la semana de trabajo con este relax. Por supuesto que nunca vamos a volver a los viejos tiempos, quedarán para el recuerdo.
-¿Tenés más anécdotas?
-La que recordamos siempre con Cucho y Ana. Sucedió en un cumpleaños mío, creo que en 2003. Nos juntamos muchos más que diez ya que mi padre traía las pastas de su fábrica y sabían lo que se perdían si no venían. Un personaje inolvidable, el «jodón» del grupo, Carlos Lopoppolo, me regaló un muñeco en nombre de los presentes. Yo se los agradecí a todos y a la semana siguiente, la señora. Ana, una de las encargadas del complejo, muy preocupada me preguntó si por casualidad había visto un muñeco. Por las características que me daba era el que tenía en mi casa. Yo le decía «a mí me lo regaló Lopoppolo». Cuando averigüé en la próxima cena, Carlos se empezó a reír y ahí se deschavó todo. El muñeco volvió a su lugar en La Normanda siete días mas tarde. Por suerte en mi casa, donde en pocos días pasó por varios lugares, no fue extrañado.
-¿Qué significa el padel para vos?
-Es un relax ideal. Yo lo uso en la mitad de la semana como descarga por el trajín del trabajo, jamás tengo reuniones los miércoles a partir de las 18 hs. y para poder llegar en hora a nuestro turno de las 20hs.
-¿Hay chances de que sigas subiendo de categoría en el circuito?
-Se dificulta por la edad, ya no somos pibes para correr como locos. En veteranos-tercera fuimos campeones con Ernesto -otro compañero- y llegamos a varias finales.
-¿Qué opinás de La Normanda?
-Es un complejo con muy lindas instalaciones, un desperdicio si aún hay gente que no lo conoce. Con respecto al padel, tiene pocos jugadores comparándolo con otros clubes.
-¿A qué te dedicás al margen de practicar este deporte?
-Trabajo en la parte administrativa de una empresa, y los fines de semana se los dedico a otra pasión de hace muchos años: el golf.
LA NORMANDA, TRADICIÓN EN PADEL
El complejo de la calle Delgado alberga actividades deportivas por doquier. Sin embargo, el padel tiene allí un lugar de privilegio pues La Normanda, en 1990, comenzó precisamente como un centro de padel. Nacha y Diego, integrantes de la sociedad que lleva las riendas, le comentaron a nuestro medio: «El padel siempre ha sido un sello histórico de La Normanda y eso no se perdió: a las tres canchas que siguen funcionando asiste mucha gente, y unos cuantos son de la primera hora. Ellos no lo tomaron como una moda pasajera sino que continuaron practicando, más allá de que tanta gente dejó de hacerlo. Es más, le fueron transmitiendo su pasión a las siguientes generaciones y hasta sus hijos son los que vienen a jugar».
«Las canchas se alquilan, se dan clases y además existen competencias interclubes en las que intervenimos a través de jugadores que asisten tradicionalmente aquí. También, están los que compiten individualmente pero al estar tan identificados con este lugar, es casi como que representaran a La Normanda».
JUGÁ PARA LA NORMANDA
Si te gusta el padel, vos también podés representar a La Normanda (tanto en Caballeros como en Damas) o simplemente entrenar y jugar. Comunicate con la recepción del club:
Delgado 864 www.lanormanda.com.ar Tel. 4551-1827
Deja un comentario
Debes estar logeado para dejar un comentario