Si se confeccionara una lista de clubes de barrio que dejaron de existir en la Ciudad de Buenos Aires, se podría agregar, seguramente, a decenas de ellos. Estas humildes entidades vecinales han ido desapareciendo a través de los años por diversos factores, los cuales no se detallarán en este artículo. La nota servirá, en rigor, para hacer referencia a uno de los clubes que tuvo Colegiales. Se llamaba, precisamente, Ateneo Colegiales, aunque por esas cuestiones de los límites oficiales, la jurisdicción a la que pertenecía era la de Palermo. En efecto, el Ateneo se hallaba en Amenábar y Jorge Newbery, pero del lado palermitano, mientras que al cruzar esta avenida, ya era territorio colegialense.
A esta altura, habiendo ya pasado el tiempo, se hace difícil saber los motivos por los cuales el Ateneo terminó sus días, y la fecha en la que ello ocurrió. Eso quedará, tal vez, para un próximo artículo. Por lo pronto, el objetivo de estas líneas es destacar que en el baby fútbol del club, jugó Javier Saviola, siendo todavía muy chico y, por lo tanto, antes de haber comenzado su camino en las inferiores de River.
Los detalles de su participación los dio Héctor Adolfo Cuitiño, quien fuera su entrenador tanto aquí como en Parque Chas, el siguiente destino barrial en el que se forjó. De hecho, este club sí continúa en pie, en parte, gracias a que Saviola, ya siendo la figura que era, contribuyó en gran medida a sacarlo adelante tras un período institucional difícil que soportó varios años atrás. Cuitiño, contó esto acerca del “Conejito” y el Ateneo, en las páginas del libro “92 historias en 92 años de historia” alusivo al Club Atlético Excursionistas.
“… Ya se veía que era un fenómeno, tenía pasta de crack. Después nunca más jugó en Excursionistas, porque él en realidad ya estaba en otro club, el Ateneo Colegiales, que hoy ya no existe. Resulta que en aquel equipo se enteraron que el pibe jugó en Excursio y se enojaron. Entonces Javier volvió allá. Un par de semanas después me fui del club y yo mismo empecé a dirigir a Ateneo, con Saviola en el equipo. Era una cosa de locos lo que hacía con la pelota. En un solo campeonato me metió 160 goles. Ese año salimos campeones. Yo lo ponía con los más grandes y la descosía igual”.
“Después de Ateneo me fui con cinco o seis chicos a Parque Chas, otro club de baby fútbol. Ahí siguió rompiéndola, hasta que lo llevamos a probarse en las infantiles de River, a los nueve años. Fichó enseguida, y ése fue el comienzo de lo que sería una brillante carrera”.
En el terreno donde se encontraba el Ateneo Colegiales, en la actualidad funciona la Fundación Juanito.
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