Para muchos, es un edificio más. Para el vecino de a pie, posiblemente, pase inadvertido entre la gran cantidad de viviendas de Virrey Avilés al 3400. Sin embargo, esta construcción ubicada en el 3462 de la citada arteria, ha sido distinguida por los especialistas en arquitectura. Tanto, que quedó entre los cuatro finalistas para obtener un premio mediante el cual se agasaja a obras construidas en América del Sur y América del Norte durante 2022 y 2023. El premio es el Mies Crown Hall Américas (MCHAP) 2024, en la categoría de “Prácticas Emergentes”.
Al tanto de la novedad, La Nación publicó: “El proyecto se basó en la utilización de un fideicomiso que facilita a grupos de clase media invertir en edificios pequeños, mejorando así la accesibilidad al mercado inmobiliario. La ceremonia de premiación se llevará a cabo del 25 al 27 de septiembre en el SR Crown Hall de Mies van der Rohe, el corazón arquitectónico del campus principal del Instituto Tecnológico de Illinois, en Estados Unidos”.
La obra –que sufrió una interrupción en la pandemia- comenzó en 2019 y finalizó en 2022. Los arquitectos que trabajaron en ella son Juan Campanini y Josefina Spósito. A través de su sitio lanacion.com.ar, dicho medio dio a conocer la opinión de Spósito, quien señaló: “Las ventanas siempre miran hacia afuera, ya sea hacia el pulmón de la manzana o hacia el frente, lo que permite que el paisaje de la ciudad se integre en el edificio, manteniendo siempre el contacto con el barrio. Además, incluimos estos colores en el proyecto para reforzar esa conexión. Las losas de hormigón y las baldosas de cemento en los balcones están suspendidas, lo que crea una continuidad entre el interior y el exterior”.
Una manzana atípica
La cuadra de Avilés entre Enrique Martínez y Delgado, es sumamente tranquila. Por allí no pasan colectivos y el empedrado la caracteriza como a otros sectores del barrio. De perfil residencial, hay numerosas viviendas de una o dos plantas. Un dato importante, tiene que ver con el aspecto triangular de esta manzana, más allá de las calles mencionadas, delimitada también por una avenida Elcano cuya traza se une al cruce de Martínez y Avilés. “Cuando las manzanas son irregulares, las reglas cambian un poco. En este caso, al tratarse de una manzana triangular, no hay líneas frente internas ni pulmón de manzana, lo que permite construir hasta el final del lote. Sin embargo, esto obliga a generar espacios propios de ventilación, ya que todos los ambientes requieren una superficie de ventilación adecuada según su uso”, agregó Josefina. Y también su colega opinó: “Es un modelo virtuoso porque permite a los arquitectos involucrarse en todas las etapas del proyecto, desde la elección del terreno hasta la venta final. Así surgió esta iniciativa, mediante un fideicomiso con conocidos que se unieron para llevarlo a cabo”.
Los orígenes
La última aseveración de Campanini se vincula al origen del proyecto, surgido a partir de un fideicomiso. “En Argentina, el fideicomiso se ha consolidado como una herramienta clave en el sector inmobiliario, especialmente tras la crisis de 2001. Juan Campanini señaló que el fideicomiso permite que pequeñas inversiones se agrupen, compren terrenos y financien obras”, explicó La Nación, que en el artículo, dio detalles de los materiales y la sustentabilidad: “A pesar de ser más costoso, el aluminio fue elegido por su durabilidad y bajo mantenimiento, características esenciales para un edificio de pequeña escala con expensas controladas. En el interior, la estructura de hormigón, combinada con acabados en hierro pintado, brinda una notable flexibilidad en la configuración de los espacios, permitiendo adaptaciones funcionales a lo largo del tiempo. En cuanto a la fachada, el revestimiento se presenta como una superficie continua, rompiendo con la lógica tradicional de sostenibilidad, pero integrando un diseño que equilibra estética y eficiencia sin sacrificar el concepto de sustentabilidad arquitectónica”.
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