«Sabemos que el Defe es nuestra familia»

En Defensores de Chacarita, así como en el resto de las instituciones de barrio, las actividades presenciales se encuentran suspendidas. El vóley mixto es una de ellas. Era uno de los deportes con los cuales contaba el club de la Avenida Elcano, desde la llegada de la profesora Noelia Villalva, pero por obvias razones, los entrenamientos convencionales no se están llevando a cabo. No obstante, esto no ha sido impedimento para que el grupo siguiera en contacto a través de la vía “tecnológica”, como también ocurre en vastos sectores de la población que hallaron un camino alternativo para reunirse.

“La cuarentena nos dio un cachetazo a todos. El club se cerró en cuestión de minutos y todo quedó parado”, cuenta Noelia. Exactamente cinco años atrás, en octubre de 2015, se produjo el arribo de la profesora a Defensores, y en base a un gran esfuerzo logró conformar su plantel. Ella no se mantuvo al margen de la vida institucional sino que, por el contrario, se identificó fuertemente con la familia de defensorista. Por eso también tiene mérito para hablar de las cuestiones que exceden a su actividad: “El club se mantuvo y se mantiene, gracias al amor de la gente anónima, de sus alumnos… Hasta el momento se hicieron dos donaciones de dinero para la tener las cuentas básicas al día. Pero seguimos luchando día a día, minuto a minuto, para no llegar a la quiebra total y dejar a mucha gente sin su segunda casa”.

En relación a su disciplina, señala: “El vóley siempre fue un grupo muy unido y los alumnos colaboraron en las donaciones. En la parte deportiva, hicimos rutinas de entrenamiento  por whatsapp, charlas de capacitación por Zoom y nunca faltaron los mensajes de apoyo. Siempre priorizamos nuestra unión, sabemos que el Defe es nuestra familia, nuestra segunda casa. ¿Nuestro regreso a las prácticas? Ya está armado el protocolo y aceptado por la Comisión Directiva. Deseamos que todo vuelva a la normalidad con la misma gente que éramos en marzo. Las competencias aún no tienen fecha de comienzo, de hecho tenemos un viaje pago a Gualeguaychú para competir. Pero no tenemos fecha todavía».

Noelia reconoce, no obstante, que la cantidad de alumnos de la escuela que dirige, ha disminuido: «Antes de la pandemia eran casi setenta entre las cinco disciplinas -justo habíamos empezado la nueva categoría- de adolescentes) y luego por zoom entre las clases de capacitación y clases virtuales, el número de participación llegó aproximadamente a veinte. Bajó mucho el rendimiento y el compromiso. Se hacía notar el desgano de todos ante esta situación».

Uno de los aspectos más salientes surgidos a partir de la pandemia es la denominada “reconversión” a la que mucha gente debió someterse. La propia Noelia está incursionando en una actividad novedosa para ella: “Yo trabajo en salud y tengo un ingreso fijo, pero a raíz de la cuarentena, junto a quien hoy es mi socia -que sí estaba desocupada-, por  la necesidad económica que todos sabemos que existe, tirando ideas y sumando ahorros, lanzamos este emprendimiento. Se trata de la venta de frutos secos, por cien gramos, o mixes armados, que hoy en día son de gran consumo. Sacamos una cuenta de Instagram, compramos mercadería y a pulmón, día a día, tratamos de hacernos conocer, de sumar experiencia y de salir adelante ante este estado de la economía”, concluye.

El nombre de fantasía es Frutos Secos Noni, y su dirección en Instagram es @frutossecosnoni.

Foto: Noelia Villava, en la fila inferior (la primera  desde la izquierda) junto a su plantel.