Antiguo vecino de la zona, nos deleita con otra de sus creaciones literarias.
Hoy: A Pichuco.
Vos sos de la estirpe tanguera
Que nació en el arrabal
Tu fuelle hizo danzar
A miles de milongueros
El tango se hizo señero
Al son de tus melodías
Que las parejas sentían
Con tus rezongos diqueros
Tu bandoneón orillero
Hizo vibrar muchos tangos
Con muchas letras de fango
Y compases verdaderos
Llegaste tan pronto a la fama
Por tu enorme seducción
Y si el tango es de varón
El porteño más reclama
Fuiste el bandoneón mayor
De nuestra esbelta ciudad
Tu música siempre estará
Impregnada de candor
Cuántos poemas de amor
De tus letras bien cancheras
Susurraban a la compañera
Con aires de soñador
Representás la pasión
Del tango bien inmortal
Que siempre ha de perdurar
Como una dulce canción
Mi Tarde Gris Che Pichuco
Oscureció cuando te fuiste
Después se hizo Noche Triste
En esa Calle Corrientes
Cada Vez Que Te Recuerde
A vos, Malena y el Cautivo
Brindaré Por Los Amigos
Escuchando el Yuyo Verde
Sos el referente perenne
Y un Corazón de Papel
Con Los Amigos de Ayer
Que llegaron a quererte
Has llenado de emoción
Con el sentir de tu tango
Y en lo alto de ese rango
Descansa tu corazón
Yo tuve la ocasión
De ver tu orquesta tocar
Y las parejas bailar
Con maravillosa pasión
Hoy te digo con unción
Que tu compás bien tanguero
Ha recorrido el mundo entero
Al son de tu bandoneón
Foto: Aníbal Troilo, “Pichuco”… (tintaroja-tango.com.ar).
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