Barrio Mío

CÉSPEDES Y DELGADO: NO QUEDAN MARIPOSAS

El lector Guillermo Barrantes nos envió estas líneas, a las cuales tituló, precisamente, Mariposas: « Muchas cosas de la ciudad que fue Buenos Aires cuando yo tuve diez años volaron con el tiempo o por si mismas. En este último grupo incluyo a las mariposas. Nunca supe de donde venían ni tampoco me interesa ahora saber adonde terminaron. Porque en aquel tiempo las había a montones invadiendo las calles por millones que hora tras horas iban pasando en vuelo lento y relativamente bajo por la bocacalle de Céspedes y Delgado. Desconozco las razones pero recién ahora se me ocurre observar que no parecían circular por Céspedes, pero si cruzarla; ni tampoco avanzar en sentidos contrarios. Se trataba de una marea continua que parecía llegar sin previo aviso, y terminar de similar manera.
Por entonces los arboles ya de copa frondosa y verde, mantenían sin embargo nuevos tallos aun flexibles y fáciles de desprender de las viejas ramas.  Con un ramillete de esas varitas roji-amarillentas – a las que con una sola pasada de nuestras manos despojábamos de toda hoja-  nos parábamos en medio de la calle adoquinada a la espera de alguna que por su coloración o tamaño – amen de poca altura en su vuelo- nos llamara la atención. Un rápido movimiento y allí terminaba el silencioso vuelo, que quizá demoraría una agonía  imperceptible que se traducía en una media docena de lentos y finales aleteos».

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