Se llama Francisco Figueroa, aunque en el Centro Montañés, simplemente es Paco. Desde hace cuatro años, preside a esta institución nacida en 1923, donde históricamente se han nucleado los inmigrantes españoles de la región cantábrica. Como tantos otros compatriotas, Paco también es de Santander. «Nosotros decimos que en Santander se fomenta la serena alegría. Sale naturalmente. No es que se genere según un objetivo, sale así», cuenta, con orgullo, en la charla con La Voz de Colegiales. La entrevista se desarrolló una tarde de febrero, en uno de los hermosos salones del Centro. Allí, Paco resumió su vínculo con el club y la visión que posee acerca de su historia y actualidad.
PRIMEROS TIEMPOS EN LA ARGENTINA
«Tengo una larga trayectoria en este club. Vine al país en el 51. Era un niño. Mis padres lo frecuentaron porque soy el menor de cinco hermanos y encontramos en el Centro un poco de lo que teníamos allá. Seguían sus tradiciones, se jugaba a los bolos, a las cartas, se bailaba, se cantaba. Eso fue muy característico de los cántabros».
TEMOR POR LA GUERRA
«Nosotros llegamos a la Argentina en condiciones atípicas. No lo hicimos por una necesidad económica ni por persecusiones políticas. En Santader estábamos bien. Lo que ocurrió es que mis hermanos mayores ya estaban en edad de hacer el servicio miltar. Y en esa época, a fines la década del 40, había una gran convulsión en Europa. Debido a los problemas con Corea existía el peligro de que se declarara una tercera guerra mundial. Mis padres habían padecido tanto la guerra civil, que no quisieron correr otro riesgo más».
TRABAJAR A TEMPRANA EDAD
«Mi padre tenía gran capacidad para desarrollar negocios. Él era metalúrgico. En España tenía su propia empresa: Talleres Figueroa. Aquí se asoció con una gente para diseñar algo muy novedoso: unos electrodos que no se fabricaban en la Argentina. Puso la fábrica pero tuvo muy mala suerte. Invirtió casi todo su capital, fue estafado y perdió todo lo que había puesto. Aunque estábamos bien económicamente tuvimos que empezar de muy abajo otra vez. Así fue que los cinco hermanos, comenzamos a trabajar desde muy chicos».
EL CORO Y LA PRESIDENCIA
«Yo empecé a frecuentar el Centro siendo ya un poco más grande. Venía a jugar tenis y pelota-pelota. Vívíamos muy cerca, en Maure y Zapata. Luego regresé a España, pero volví nuevamente a la Argentina y al hacerlo, empecé a formar parte del coro del Centro Montañés. Entonces tomé mayor contacto con los socios y las actividades. Hace cuatro años me propusieron ser presidente. Acepté porque sabía la calidad de gente con la que contaba. Era un honor para mí llevar adelante el ofrecimiento».
APUNTANDO A LA JUVENTUD
«El actual, es mi segundo período en la presidencia. Por estatuto, se permiten sólo dos. Por lo tanto, estamos haciendo todo lo necesario para dejar al club muy bien perfilado para los próximos años, sobre todo tratando de seducir en buena forma, a los socios más jóvenes».
EL GRAN OBJETIVO
«¿Si tengo ganas de que finalice mi mandato para poder descansar? No, yo estoy muy conforme con esto. Tendría que estar jubilado pero no me dejan, y tampoco quiero. Lo que sí deseo es que esta actividad la continúen las generaciones más jóvenes. Es el objetivo que nos hemos propuesto: que ellos se integren a la Comisión Directiva. Pienso que hay posibilidades, si bien también depende de que nosotros que les demos la cabida que corresponde».
LO MÁS GRATIFICANTE
«El coro significa para mí un esparcimiento muy importante. Todos los sábados que venimos a ensayar, recuerdo las canciones que cantábamos de chico. A mi padre le gustaba mucho cantar. Mis hermanos y yo trabajábamos con él. En el trabajo y en mi casa, lo normal era que se cantara. Por eso es muy gratificante volver a hacerlo».
UN ORGULLO
«El Centro Montañés se mantiene gracias a sus eventos, el alquiler de sus instalaciones para baile, yoga, patín, pelota paleta, futbol. Y por supuesto, tenemos el restaurante. Estamos muy orgullosos de que ellos nos acompañen durante ya 25 años. El restaurante ha sido parte de nuestro sostén».
EN BUSCA DEL PERFIL CULTURAL
«Asimismo, se están desarrollando actividades para mejorar nuestro perfil cultural. Tenemos un teatro al que hasta ahora no hemos utilizado con ese fin, pero ya en abril iremos poniendo en escena una obra. Hay dos o tres eventos musicales pautados. Ese es el objetivo que nos hemos planteado para este año. Queremos generar también una escuela de teatro. Nos entusiasma mucho esa idea dado que además, creemos que en esta zona, hay bastante oferta y demanda en relación a actividades culturales».
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