Barrio Mío

Recorro tus calles, Colegiales

Hoy: Gregoria Pérez.

Gregoria Pérez y Álvarez Thomas. Son las 8 de la mañana de un lunes de abril. Llovió torrencialmente durante la madrugada y las consecuencias están a la vista en el cemento de Colegiales. Piso mojado, charcos y un cielo todavía encapotado, pintan  el paisaje matinal. La pizzería Ugis, en la esquina sur, se prepara para abrir. En la esquina norte, Miluno -negocio del rubro iluminación-, todavía permanece cerrado, mientras a pocos metros, hay un camión proveedor de agua embotellada, estacionado en doble fila y con sus luces intermitentes encendidas.

Al lado de la pizzería hay un edificio en construcción. Enseguida, se ve una casa con un cartel de venta en la fachada. Y junto a ella, otra obra edilicia, erigiéndose. Es una cuadra con mucha actividad de este tipo la de Gregoria Pérez entre Thomas y Delgado. De esto es posible darse cuenta si uno se aproxima a esta intersección, pues en donde había dos lotes que albergaban antiguas viviendas de estilo bajo, ahora se ven carteles publicitarios que ocultan una enorme fosa a partir de la cual será levantada otra torre. Tanto a su derecha como a su izquierda, cuelgan dos banderas idénticas, que, en clara señal de protesta, indican: “Más verde, menos cemento. No a los nuevos códigos urbanísticos de edificación”.

En una de las ochavas de Delgado y Gregoria Pérez, hay vallas tiradas en el suelo. Corresponden a trabajos de la empresa Edenor que se llevaron a cabo días atrás.  Esta es una calle caracterizada por su poco tránsito, tanto vehicular como peatonal. Enseguida, se logra apreciar un ejemplo de cada uno: una mujer se dirige de a pie hacia Álvarez Thomas, con la mirada clavada en su celular. En la vereda de enfrente, un auto sale marcha atrás de un garaje y pone primera, también rumbo a la avenida.

Gregoria Pérez y Gral. Enrique Martínez. Un buzón sobrevive a los tiempos idos, donde las personas quizás ni soñaban con la telefonía celular ni las redes sociales. El histórico receptáculo de cartas está impecablemente pintado de negro y rojo, como si algún vecino de la zona no quisiera que, a pesar de su inutilidad, el viejo buzón pase vergüenza.

Cruza un barrendero. Su changuito lo aguarda a unos metros, estacionado junto al cordón de la vereda. El empleado municipal tiene un arduo trabajo por delante, considerando la gran cantidad de hojas empapadas por el temporal, que quedaron acumuladas en el suelo. Muy cerca, pasa un perro a la carrera… Comienza a llover otra vez. El cielo plomizo preanunciaba que esto podía llegar a ocurrir. Un muchacho precavido abre su paraguas, una señora se calza una capucha y un repartidor de diarios se encuentra con una labor extra: colocar la mercadería en una bolsa para que el agua de lluvia no la humedezca. Así lo hace, y cuidadosamente, deposita el ejemplar en el umbral de una puerta.

Sólo unos metros lo separan de la esquina con Conde, donde se produce el nacimiento de Gregoria Pérez. Allí, por Conde, se ve pasar raudamente un colectivo. Es una unidad de la línea 184, que va rumbo a la finalización de su recorrido, en Chacarita.

 

FICHA TÉCNICA:

Gregoria Pérez tiene sólo cinco cuadras. Se origina en Conde y efectúa las primeras tres cuadras de su trayecto en Colegiales. En Álvarez Thomas ingresa a Chacarita, barrio en el cual recorre sus últimas dos cuadras, culminando en Charlone.

EL MOTIVO DEL NOMBRE:

Gregoria Ignacia Pérez y Larramendi de Denis (1764-1823) fue una dama patricia; la primera en colaborar con sus bienes en la campaña libertadora, al donarlos al general Manuel Belgrano por intermedio de su hijo mayor Valentín Denis, en la Bajada de Paraná en noviembre de 1810.

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