La historia de las bicicleterías familiares que desde hace unas semanas caracteriza a esta sección, comenzó con la familia Busato, continuó con los De Felice y, ahora, es el turno de los Pandolfo.
Adrián Pandolfo nació en 1979 y, con la ventaja de vivir cerca de su lugar de trabajo, reside sobre la Avenida Federico Lacroze, a pocos metros de El Taller Bikes, la bicicletería que abrió en el segundo semestre de 2024. Junto a su esposa, Claudia, es responsable de este nueva incursión que constituye el cuarto de la firma familiar, que también tiene presencia en la localidad bonaerense de Olivos, así como también en los barrios de Núñez y Belgrano (vaya coincidencia, con respecto a los locales de la Capital Federal, uno en cada barrio de la Comuna 13).
Durante el reportaje con este medio, Adrián cuenta con orgullo que El Taller Bikes no es solo un negocio, sino un proyecto familiar. Como ya se ha mencionado, los otros tres locales están ubicados en Belgrano, Núñez y Olivos, y según el entrevistado, “en todos ellos se siente el ambiente familiar, con personal cercano y de confianza”. En Belgrano, por ejemplo, trabaja su hijo Alejo. Además, según cuenta, en cada una de las sucursales se refleja un estilo único adaptado a la zona y a la comunidad que las rodea.
El local de la Avenida Lacroze, donde en una veraniega jornada transcurre el reportaje, todavía está en proceso de definir su perfil definitivo. Si bien han comenzado a diversificar su oferta con la venta de rodados y accesorios, apunta Adrián que si bien la venta de rodados y accesorios es muy tenida en cuenta, su principal fortaleza en este momento es la reparación de bicicletas. “La pandemia fue un punto de inflexión, ya que durante ese tiempo, muchas personas se volcaron a la compra de bicicletas, pero hoy el interés ha cambiado hacia el mantenimiento y reparación de las mismas”, señala. Esto les ha permitido posicionarse como un taller especializado. El nombre de la tienda no es casualidad, ya que “El Taller” refleja su enfoque principal: la reparación y el servicio al usuario.
La incursión de Adrián en el negocio de las bicicleterías comenzó casi cinco años atrás. Anteriormente, se dedicaba a la fotografía, pero con la suspensión de los eventos, se vio obligado a reinventarse, como muchos otros. Pandolfo, acaso con cierta nostalgia, recuerda que su vínculo con las bicicletas comenzó a los 13 años, cuando trabajó en una bicicletería hasta sus 21. Aquella experiencia le permitió retomar su pasión por este tipo de vehículos, y la pandemia le dio la oportunidad perfecta para volver a ella.
¿Cuál fue el motivo de elección del local en Colegiales? De acuerdo a lo que Pandolfo confía durante la nota, se debió al resultado de un estudio de mercado. Su cercanía con la ciclovía de Martínez resultó un factor clave a la hora de tomar la decisión. “Aunque hay otras bicicleterías en la zona, ninguna se encuentra lo suficientemente cerca como para generar competencia directa”, señala. Y agrega que esta ubicación les ha permitido establecerse y ser bien recibidos por la comunidad local.
Lo que hace aún más especial este emprendimiento es la cercanía que tiene con el hogar de Adrián y Claudia. Viviendo a solo unos pasos del local, su jornada laboral es aún más gratificante. Para ellos, el hecho de trabajar juntos, en un negocio tan cercano a su hogar, les otorga una flexibilidad y comodidad inigualables.
Así, los Pandolfo continúan su camino en la tradición de las bicicleterías familiares, con un fuerte enfoque en la reparación y un profundo amor por el “mundo-bici”.
Foto: agradecimiento Adrián Pandolfo.
Deja un comentario
Debes estar logeado para dejar un comentario