El 10 de julio de 1983, River recibió a Unión en el Monumental. La formación “millonaria” se encontraba repleta de rostros juveniles y desconocidos para el gran público, mientras el plantel profesional –al cual conducía tácticamente José Varacka- comenzaba una huelga por falta de pago que se extendería por varias semanas. Al mando de chicos de las inferiores se colocó Martín Pando, el mismo entrenador que también los dirigía en las divisiones menores. El arquero titular en las siete fechas que duró la emergencia futbolística fue Adrián Rodríguez, integrante de la cuarta división, nacido el 26 de abril de 1963. ¿La alineación completa en el debut? Adrián Rodriguez; Ricardo Daniel Vélez, Roberto Oscar Diéguez, Carlos José Karabin y Luis Enrique Gennero (a los 63’ suplantado por Favio Ariel Spotorno); Héctor Fabián Vittor, Néstor Raúl Gorosito y Néstor Adrián De Vicente; Claudio Manuel López, Mauricio Alejandro Trillo (60’ Pedro Antonio Troglio) y Claudio Fabián Gavazzi.
El elenco visitante, al que dirigía Marcos Conigliaro, se llevó una victoria por 3 a 0. Todos los goles, se marcaron en el segundo tiempo. A pesar de la derrota y el descontento generalizado de la afición riverplatense por la atípica situación deportiva e institucional, los pibes recibieron un importante respaldo. Por supuesto, la gente comprendía que ellos ninguna responsabilidad tenían si es que los resultados no se daban. De todos modos, la triste imagen de aquel domingo en el Monumental, cambió con el transcurso de las fechas, ya que el juvenil conjunto se comprometió hidalgamente por los colores y obtuvo varios buenos resultados en el lapso en el cual intervino.
Con respecto a Rodríguez, sólo dejó la cancha brevemente y por fuerza mayor, a raíz de una lesión en el partido con Platense, que los chicos ganaron por 2 a 1. Antes y después de esa salida en la que lo relevó Carlos María Cochella, se mantuvo firme en la valla titular. Una vez finalizada la mencionada etapa, tras el retorno de los profesionales, regresó a la cuarta división. Y ya no tendría más chance en un plantel compuesto por rutilantes figuras que, no obstante, no logró impedir que la campaña en aquel Metropolitano, fuera una de las más pobres de la historia de La Banda Roja. El equipo terminó anteúltimo en la tabla, eludiendo el descenso merced al buen promedio acumulado, mientras Racing de Avellaneda y su hómonimo cordobés sí debieron dejar la máxima categoría de AFA.
En 1984 Rodríguez siguió en la institución, pero muy pronto hizo las valijas para marcharse a la liga de Lincoln, en la Provincia de Buenos Aires. En 1985 un efímero regreso a la Primera A de AFA lo depositó en Deportivo Español, donde no pudo debutar oficialmente porque le tocó ser suplente de Pedro Catalano, el veterano guardavallas de impresionante continuidad en el arco titular de los Gallegos. Al cabo de esa temporada, y en función del grato recuerdo que dejó en Lincoln, volvieron a convocarlo desde el mismo destino. Entonces, cambió definitivamente el fútbol súper profesional de AFA, por el espíritu amateur del interior del país, en donde permaneció hasta pasados sus 30 años, para luego sí colgar los guantes.
Foto: River ’83 ante Unión (Revista El Gráfico/casosycosasriverplatenses.blogspot.com).
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