Hace algunas semanas, un mensaje de Marina Barrera llegaba a nuestra redacción. Tenía por objetivo, invitarnos a un sencillo acto a llevarse a cabo en Elcano 3258 a la vez que en forma simultánea, nos informaba que Inmobiliaria Barrera –en el mes de noviembre- estaba cumpliendo cinco décadas. “Pasaron muchas cosas en el medio y en Argentina es todo un logro”, agregaba Marina en otro tramo de la conversación virtual. Y, desde luego, muy cierto es que en el aspecto comercial, nada fácil es llegar a los 50 años de existencia. Pero esta familia lo ha conseguido. Inmobiliaria Barrera nació en 1972, fundada por Roberto –el abuelo de Marina-, Celina Molero y sus hijos. En 1990 se hizo cargo Guillermo, el hijo de Roberto. En la actualidad, la tercera generación de los Barrera, es la que se encuentra trabajando activamente en el negocio de los bienes raíces.
Te acordás, hermano…
Hace diez años, esta tercera generación ya se había acoplado al trabajo de la Inmobiliaria. En aquella ocasión, desde la familia habían accedido a responder a este medio algunas preguntas sobre el negocio y su relación con el barrio. El siguiente, es un resumen de las opiniones de los Barrera:
«Con respecto al barrio tenemos una relación de cariño y afecto especial con el barrio por habernos acogido y permitido crecer en él por tantos años. Si bien Colegiales con el paso del tiempo fue cambiando paulatinamente, siempre sentimos que no hay un mejor barrio en la ciudad por todo lo que tiene para ofrecernos, desde la tranquilidad en sus calles mayormente empedradas y veredas arboladas, hasta la multiplicidad de negocios; compartiendo la conclusión de varios expertos que afirman que es la zona que mejor calidad de vida ofrece en la ciudad».
«A modo personal agregaría que Colegiales por lo anteriormente expuesto y porque podemos decir que es un barrio ecléctico y pintoresco debido a su arquitectura por encontrar construcciones que pueden ser casi centenarias junto a otras de veinte años o otras recientes, puedo afirmar que tiene un aire único, que a veces provoca que uno siente que está en una ciudad turística».
«Nuestra única crítica no es al barrio en sí, sino a quienes no respetan las fachadas de las casas y negocios haciéndoles grafitis, arruinando de esta forma la belleza arquitectónica que nos ofrece».
El tiempo siguió pasando y hoy, una década más tarde, el emprendimiento familiar continúa desarrollándose con el local de Elcano como epicentro. Entretanto, como consecuencia de la pandemia y en busca de una vida algo más relajada, Guillermo se radicó en Merlo, San Luis, y abrió en dicha localidad una sucursal.
Hermoso archivo
“¡Muchas gracias por seguir eligiéndonos!”, indica la invitación que para el evento del 50º Aniversario distribuyeron los Barrera. La tarjeta nos la hizo llegar Marina a través de Internet. Ella y su hermano Maximiliano, son quienes quedaron al frente del local de Colegiales. Pero no fue la única imagen que envió. Además, dentro del mismo mensaje, se destacaban dos “reliquias” de enorme valor histórico. Ambas fotos se publican en este artículo. En una de ellas se ve la Inmobiliaria desde la vereda de enfrente, enmarcada en una geografía típica de la época. En la otra, desde un ángulo diferente, también aparece el frente del local de Elcano pero con un grupito de personas posando para la foto. En la foto de arriba, que data de 1986, se encuentran Federico Barrera, Marina Barrera (con apenas un año), Roberto Barrera (el fundador) y por ultimo, Matías Barrera, a upa de su papa Guillermo.
El álbum de los Barrera
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