Tal vez, resultaría difícil encontrar un vecino de la Comuna 13 que no lo haya visitado. La Feria Modelo de Belgrano, Mercado de Belgrano o simplemente “El Mercado de Juramento”, es un clásico de varias generaciones. Con entrada principal por Juramento entre Ciudad de la Paz y Amenábar, ocupa buena parte de la manzana que completa la calle Mendoza. En la otra parte de esta manzana, hacia los fondos del histórico centro de compras, está la Plaza Noruega, tradicional centro de esparcimiento de los belgranenses, del cual, también se podría escribir un artículo entero. Con respecto al Mercado, también se lo conoce como la Feria Modelo de Belgrano. Su antigüedad es tal, que José Hernández –el autor de la célebre obra literaria Martín Fierro- donó los terrenos para su creación, allá por 1875. En aquel entonces, el actual barrio de Belgrano era un pueblo independiente que ni siquiera había sido incorporado a la Ciudad de Buenos, hecho acontecido en 1887. Si bien la donación se efectuó en el año señalado, recién en 1891 se inauguró el Mercado. En 1952, tuvo lugar otro hito: la demolición de su vieja estructura, que fue reemplazada por una más moderna.
Desde hace tiempo, el sitio es muy reconocido más allá de los límites del barrio y la Comuna 13. En el portal oficial del gobierno porteño, posee un espacio propio. Allí se puede leer la siguiente reseña: “El Mercado Belgrano funciona en unos terrenos que tienen historia: fueron cedidos en 1875 por los herederos del escritor José Hernández, nada más y nada menos que el autor del Martín Fierro, la obra emblema de la literatura gauchesca. Este mercado está abierto desde hace 130 años y se distingue por la calidad de sus productos. Es parte indispensable de la identidad del barrio. Entre 2017 y 2019 se concretaron las dos etapas de su puesta en valor que, además de importantes mejoras estructurales, ampliaron el espacio con un patio de comidas exterior y una terraza a cielo abierto. Allí se dan cita la propuesta de distinguidos chefs, como el maestro de la cocina japonesa Takehiro Ohno y el italianísimo Donato de Santis”.
Así como lo indica el sitio oficial del GCBA, las refacciones de fines de la década pasada lo “aggiornaron”. A partir de esas reformas, el Mercado incorporó espacios gastronómicos, al margen de sus puestos de alimentos, bebidas, etc.
Los que saben
Un sitio especializado en gastronomía, Sin Reservas, lo destacó en una de sus reseñas. Lo hizo a través de las siguientes líneas, publicadas en su página web sinreservas.com.ar: “En los últimos años, el Mercado Belgrano fue refaccionado para conseguir un espacio híbrido que equilibre la modernidad y la tradición, la historia y el presente; la puesta en valor de los clásicos de mercado de barrio con los nuevos espacios y puestos estilo foodtrucks. Hay una nueva generación de mercados en la Ciudad y en el mundo –por ejemplo: el Mercado de los Carruajes, el Mercat de Villa Crespo o el Mercado Soho– que han olvidado los puestos de buenas materias primas para enfocarse solo en pequeños restoranes muy variados que ofrecen platos o comidas ya elaboradas para ser consumidas en espacios y mesas comunes. Los mercados clásicos de la ciudad que no han caído en manos de la modernidad o en su defecto, han cerrado, son cada vez menos; quizás el del Progreso, el Vélez Sarsfield y el Belgrano sean los únicos que perduran ofreciendo materias primas de gran calidad en puestos familiares que llevan décadas”.
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