Desde antes de que yo naciera, mis abuelos maternos vivieron en Colegiales. En un edificio de la calle Zapiola al 900, precisamente. Habitaban un departamento que daba a la calle y desde el primer piso, podían observar cómodamente el movimiento de la vía pública. Cada vez que los visitaba observaba con ellos el ir y venir de la gente, de los autos, de los colectivos. Y también, desde que era muy pequeño, supe que enfrente del hogar de mis abuelos, estaba el de Susana Campos, un famosa actriz argentina que, cuando yo era niño andaría por los 50 o os 60 años. Desde la ventana del comedor se veía perfectamente la fachada de su enorme caserón. Había un portón que daba a la calle, y a unos metros, una puerta más chica. Muy de vez en cuando lograba divisarla a ella entrar o salir de su casa. Pero algo era real: la veía más por televisión que en el barrio.
Una vez, no obstante, viví algo sorprendente. Mi papá tenía un taxi. Cierto día en el que yo estaba en ese hogar tan querido, pasó a buscarme. Anochecía. Cuando estábamos por subir al auto, estacionado a unos metros de la casa de Susana, mi papá se dio cuenta de que ella estaba esperando un taxi en la vereda. Rápido para los mandados, no dejó pasar la oportunidad. Le preguntó si quería que la llevara. Supongo que ella habrá dudado en ese primer segundo. ¿Por qué había de subirse al vehículo de un desconocido?, habrá pensado. Pero entiendo que al verme a mí y al taxi de mi papá estacionado sobre Zapiola, se tranquilizó. Enseguida accedió. Quisiera acordarme del lugar al que la llevamos, de la charla que tuvieron mientras duró el viaje o si mi papá le cobró. Realmente no puedo hacerlo. Mi memoria sí me permite recordar que ella se sentó atrás y yo, en el asiento del acompañante; que el viaje no fue muy largo, que conversaron de manera amena y que al final del recorrido, mi papá le dio su tarjeta para que lo telefoneara (faltaba muchísimo para que llegara el Whatsapp y quizás, ni siquiera celulares había aún) en caso de tener una necesidad de trasladarse. Creo que nunca lo llamó.
Sobre Susana
Susana Campos falleció el 16 de octubre de 2004, a los 71 años, a causa de un tumor cerebral (fue operada por esta razón en 1999). Había nacido el 31 de agosto de 1933 en la Ciudad de Buenos Aires. El mismo año de su fallecimiento, filmó su última película, Cómo pasan las horas, dirigida por Inés de Oliveira Cézar. Allí, interpretando a una mujer enferma de cáncer, trabajó junto a uno de sus tres hijos, la también actriz Roxana Berco.
Atrás, dejaba una extensa filmografía. Las fuentes difieren en cuantos a cuándo fueron sus comienzos. Según el sitio especializado cinenacional.com, su debut se produjo en 1946, en la película Tres millones… y el amor (fue extra). En su biografía de Wikipedia, sin embargo, dice que fue en 1942, cuando apenas tendría 9 años. El comisario de Tranco Largo, dirigida por Leopoldo Torres Ríos, es el filme en el cual había hecho su estreno cinematográfico. En uno o en otro caso, suman más de 70 las obras que la tuvieron en sus filas.
En España, también filmó varias veces. También es muy larga la lista de sus trabajos en televisión y teatro. Sobre las tablas, debutó en Blum, de Enrique Santos Discépolo, protagonizando a continuación numerosas piezas, también en España. En televisión registra decenas de trabajos, entre 1964 y 2004, año de su fallecimiento.
Recibió numerosos premios. El primero, un Cóndor de Plata por Rosaura a las Diez. Además estuvo nominada para mejor actriz, en los Martín Fierro de 2006, poco después de su fallecimiento.
Ayer y hoy
Pese a que en Colegiales son numerosos los edificios que reemplazaron a antiguas casas de familia, la cuadra de Zapiola al 900, todavía conserva una buena parte del que fuera su aspecto en la época en la que allí vivió Susana Campos. De hecho, el antiguo caserón que ella habitaba, continúa de pie, y con la estructura que lo caracterizaba en aquellos tiempos.
Pablo Wildau
Foto: Susana (sentada) protagonista de Rosaura a las Diez, película de 1958 (malba.org.ar).
Deja un comentario
Debes estar logeado para dejar un comentario