JUVENTUD DE BELGRANO; ORGULLO DE COLEGIALES

7 febrero, 2016

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En febrero, se reinicia la mayor parte de las actividades en los clubes del barrio. Juventud de Belgrano es una de esas instituciones que cumplen una importante función social. En esta nota resumimos historia y actualidad de este querido espacio barrial en el cual concurren vecinos de ésta y otras zonas.

En 2015, celebró sus primeros 72 años. Ubicado en Virrey Avilés entre Freire y Conde, es -junto con el Deportivo y Social Colegiales- uno de los dos clubes señeros de nuestro barrio. Claro, su denominación parece ponerle cierto freno a la identificación con Colegiales. Por eso, antes que profundizar en los testimonios de los entrevistados, es imperioso destacar que sus fundadores, emplearon «Belgrano» en épocas en que los límites entre ambas barriadas eran todavía difusos. Más acá en el tiempo, se estableció que Avenida de los Incas se tomara como línea divisoria de aguas. Y vaya que es complejo el tema, que aún hoy numerosos vecinos de la zona se autodefinen como belgranenses, ignorando a un barrio al que siempre le costó hacer respetar su nombre y tradición.

Volviendo a esta querida institución, sus principales instalaciones se componen de una pista techada en la que se practican voley, patín (ambos en forma recreativa y federada) y baby fútbol, en este último caso, sólo en formato de escuelita. Un inmenso salón comedor, contiguo a la cancha, salta a la vista apenas uno traspone el portón de Virrey Avilés. Y un enorme gimnasio de dos plantas de aparatos y boxeo, completa un panorama donde lo que se respira es un fuerte aroma a barrio y, sobre todo, se palpa el sacrificio, el entusiasmo y el trabajo a pulmón de auténticos apasionados por un espíritu tan jaqueado, en estos días marcados por los adelantos tecnológicos y otros símbolos de «progreso» que relegaron a costumbres que en pleno siglo XXI, dan imagen de prehistóricas.

PASEN Y VEAN…

Una tarde de febrero, fuimos muy amablemente recibidos por la plana mayor de la CD: Hugo Guadalupe y Alejandro Assad, presidente (hace más de 20 años que ocupa ese cargo) y vice respectivamente. En una charla cordial y distendida, ambos dirigentes discurrieron acerca de la actualidad y la historia de la institución. Estos fueron sus comentarios más significativos.

«Las actividades más fuertes que tenemos hoy en día son el voley femenino y el patín artistico, que reúne a más de 100 chicas. El voley también anda por esa cifra. Son un orgullo para Juventud, no sólo por su nivel deportivo, sino por la importante función social que cumplen».

«Gracias a estas disciplinas, estamos pasando por un buen momento. Somos conscientes de que socialmente, los clubes de barrio ya no son lo que eran. Cuando éramos más jóvenes, en este buffet, un viernes a la noche, tenías cualquier cantidad de gente. Acá ha venido a comer Ringo Bonavena y pasaron -con excepción de Pugliese- las mejores orquestas de tango. Eso se ha perdido. Pero no podemos quejarnos, ya que en estos tiempos tan duros, en lo deportivo nos va bien, ediliciamente al club lo mantenemos y económicamente, está saneado».

«En los inicios, también existió el básquet, pero después se sacó. Influyó que en la década del 60 se proyectó la construcción de una pileta en el terreno que ocupa la cancha. Al comenzar las obras se dejó de practicar básquet. Durante varios años el foso estuvo ahí, pero por una u otra razón quedó todo en la nada. El club quedó muerto. Finalmente se tapó y se reconstruyó la pista, que fue techada en los 80».

«A partir de esos años apareció el baby fútbol. Juventud competía en la liga de FAFI, una de las más famosas. Pero al comprobar el mal comportamiento de los padres y los técnicos, la Comisión Directiva eliminó la competencia y dejó el fútbol sólo a modo recreativo. Era inaudita la presión que le transmitían a los pibes, queriendo ganar sea como sea y como si se trataran de salvar económicamente a costa de ellos».

«Junto con el voley, el patín y el gimnasio, otra de las fuentes de ingreso es el alquier de la cancha para partidos de fútbol nocturnos. El caudal societario disminuyó, en gran medida, porque la mayor parte del padrón ya es vitalicio. Quien hoy se asocia, lo hace para anotarse en algún deporte».

«Tenemos otros motivos de orgullo. Por ejemplo, que aquí se han filmado programas de TV como Mi Cuñado y Gasoleros. Lo mismo con publicidades. Una, fue la propaganda de Milka. ¡Hasta a la vaca la metieron en la cancha! Rodolfo Fernández, un miembro de la Comisión muy emparentado con la actuación, ha trañido espectáculos teatrales con grupos que salen de gira por todo el país».

«Además, periódicamente le cedemos las instalaciones al Centro de Jubilados ‘Fortaleza’. Y cada Día del Niño, se las prestamos a ASDRA, una entidad que ayuda a chicos con síndrome de Down. Ver cómo trabaja esa gente y cómo transforman el club sus eventos, te dignifica».