«En los entrenamientos y en los partidos se vive un ambiente hermoso»

Mariana Dezzutti es una de las voleibolistas más experimentadas de Juventud de Belgrano. Luego de haber actuado en las inferiores de Ciudad de Buenos Aires, llegó al club en 2012 y formó parte de aquel equipo que consiguiera el tricampeonato en la Copa de Vicente López. Salió campeona en Segunda y ascendió en dos oportunidades. Referente del equipo, en 2019 tuvo un cambio de posición, pasando de ser punta a desempeñarse como líbero-receptora. De este y otros temas conversó con nuestro medio: «Fui toda la vida punta, aunque siempre quise ser armadora, pero mi entrenador, Leo, nunca me dejó. A ver si lee esta entrevista y entre todos lo convencemos, no pierdo las esperanzas. La decisión fue charlada, como todo lo que se hace con él. Siendo punta, hace un tiempo me sentía más cómoda recibiendo que atacando. En 2019 que pasó mis amiguitas se vinieron con toda, se entrenaron a full, haciendo el físico como corresponde (mi papel de madre a veces me complica esa parte del entrenamiento). Y la verdad que ya en ataque me venían pasando el trapo. En 2018 tuve la mejor estadística en recepción. Así que me pareció que iba a aportar mucho más siendo receptora que atacante. Ahora me siento cómoda todo el tiempo».
-¿Cómo estás viviendo este momento en el equipo?
-El equipo es muy joven, digamos que soy la más experimentada, por no decir la más vieja… Las chicas tienen mucho presente y mucho futuro. Se vive un ambiente muy hermoso tanto en los entrenamientos como en los partidos. Somos un equipo muy unido, hablamos bastante y no solemos tener conflictos. Para mí son mis amiguitas, algunas son como mis hijitas por la diferencia de edad, no porque yo sea más madura, en absoluto… y me quedan un par de amigas de la época de left. Tenemos al mejor DT, re chupamedias jaja. Digo esto porque además de ser buen entrenador es una gran persona y si bien su objetivo obviamente es que mejoremos y ganemos, siempre respeta y entiende nuestras obligaciones (trabajo, estudio, familia). Por lo tanto, vuelvo a remarcar que entrenar después de un día largo laboral, me relaja, me divierte, me energiza. Me doy cuenta que me preguntan por el equipo y contesto respecto del grupo humano, como si no me importaran los resultados. Claramente me importan pero evidentemente no son mi prioridad. Salir campeón pasándola mal, no es mi objetivo. En cuanto a resultados, torneos, etc… tenemos algunos temas psicológicos a resolver que se evidencian en los partidos, especialmente hacia el final de cada set. Pareciera que en esos momentos nos agarra una especie de regresión hacia nuestra primera infancia en donde usábamos pañales y no controlábamos esfínteres. Pero es algo que con el tiempo lo iremos superando. Creo que jugamos muy bien, tenemos muy buen equipo realmente, pero nos falta un poco de viveza, coraje para cerrar siempre a nuestro favor los partidos.
-¿Cómo viviste el tricampeonato de Vicente López?
-Con mucha emoción. El equipo que de esa época fue el más lindo que tuve. Éramos un grupo de ex jugadoras, casi todas, que luego de una interrupción deportiva decidimos volver a las canchas, cada una por su cuenta. Nos hicimos todas muy amigas y a pesar de que la mayoría ya no juega más conmigo, la amistad sigue intacta. Ir a entrenar con amigas es algo impagable, ir a jugar partidos con ellas más, ganar un campeonato ni te cuento, y ganar tres seguidos… fijate. De todas formas, el último campeonato no lo jugué, ya que fui mamá un mes antes de la final. El día de la final dejé a mi hija con su padre, me fui a verlas y festejé con ellas. En cuanto el obstetra me dio el alta volví a jugar, pero dejamos el torneo de Vicente López para pasar a la Liga Univilo y ponerle un poco más de desafío.
-¿Que sentís cuando te va a ver jugar tu hija, o bien cuando la ves en el club con tus compañeras?
-Emma tiene 6 años y le importa muy poco el vóley, jaja. Es más del palo del arte, tiene una locura hermosa y a pesar de que me hubiera encantando que se cope con el vóley, amo que sea como es y que no le interese lo que a mí. Tiene sus propios intereses y espero nunca querer persuadirla en nada. Lo que si espero es que dentro de sus intereses esté el estudio, si no, ahí convoco al mundo a persuadirla. Emma tiene una gran personalidad y podría hablar horas de ella. Obvio, es mi hija y la más linda y genia del mundo. Las chicas del equipo con ella son lo más, la cuidan cuando va y se aburre, le juegan, le tienen paciencia. A pesar de que todas están muy lejos de la maternidad entienden perfectamente que mi hija es mi mayor prioridad en la vida. Si tengo que llegar tarde, o faltar por ella, todos me súper entienden.
-¿Qué representa Juventud para vos?
-Es como una especie de burbuja buena. En donde entro y me olvido de casi todos mis problemas. Juventud es la gente que la compone, que va mutando año a año pero siempre mantiene su espíritu familiar.