Centro Montañés Deportes

El «boom» del fútbol femenino

La explosión del fútbol femenino tiene en la entidad de avenida Jorge Newbery un alto exponente. Desde hace un par de años, un nutrido grupo de chicas entrena los lunes y miércoles bajo la supervisión de Agostina Cossi y Franco Borzillo en la cancha de césped sintético. Pero el proyecto tiene mayor antigüedad aún, ya que antes de su llegada al Montañés, habían trabajado en diversos escenarios. «La Escuela de Fútbol Femenino ‘Vení a Jugar’ tiene en total nueve años», cuenta Agostina, su creadora y principal impulsora. «Cuando arrancamos éramos poquitas y entrenábamos en Palermo. Después llegó más gente, logramos alquilar una cancha y fuimos cambiando de lugares hasta llegar acá».


-¿Cómo es tu historia en el fútbol?
-Yo jugaba en Platense en cancha de once. En aquel entonces no había tantas escuelitas. Tenía unas amigas que querían jugar conmigo, pero yo les decía que el fútbol femenino sólo se daba a nivel profesional. No era recreativo sino un entrenamiento más serio.
-¿Entonces nació la escuelita?
-Claro. Se me ocurrió empezar a trabajar junto con un amigo que era profesor de educación física. Lo pusimos en práctica y de a poco fuimos creciendo. Más adelante yo misma me recibí de profe. Hoy es un grupo bastante grande, donde se fomenta el compañerismo, el hecho de pasarla bien y de divertirnos. Si bien sigue siendo recreativo, a veces armamos amistosos y las que quieren, compiten.
-¿Cómo continuó tu carrera?
-Después de Platense entrené en Boca pero no me coincidían los horarios porque había empezado la facultad a la tarde. Dejé por un tiempo y sólo me dediqué a jugar con amigas. Este año retomé, pero no en cancha grande sino en futsal. Estoy en Parque Chas, que participa en la liga FEFI, con la idea de inscribirnos en AFA el año próximo.
-¿Cuál es el nivel de las jugadoras que entrenás?
-Muy variado. Hay chicas que nunca habían tocado una pelota y por otro lado, están las que tienen cierta experiencia y su objetivo es encontrar un buen grupo para entrenar. Hace unos días incluso vinieron dos jugadoras de la selección de Corrientes. La idea es que se vayan mezclando y gracias a una diversidad interesante, aprendan unas de las otras.
-¿No las separás por nivel de experiencia?
-Trabajé un tiempo diferenciándolas entre principiantes y avanzadas. Pero en cierto punto se estancaban. Al juntarlas entendí que las principiantes progresaban mucho más rápido. Además insisto en que siempre suma en el aprendizaje el hecho de ver partidos.
-¿Los lunes son las mismas que los miércoles?
-En general sí. Vienen con la meta de pasarla bien, de distenderse. Muchas prefieren el fútbol en vez del gimnasio. Por diferentes razones, existen mujeres a las que les cuesta mantener la constancia en la actividad física, más allá de las que aman lo deportivo. Pero esta no es una actividad tan rutinaria y esa libertad les causa placer.
-¿Cómo es una clase?
-Hacemos una entrada en calor, a eso le siguen ejercicios de técnica-táctica, después armamos un partido y por último elongamos. Con respecto a la cuota, la pueden pagar por mes o por clase. Ponemos esa opción para que no se sientan obligadas a venir todos los días.

Agostina Cossi junto a su colaborador Franco Borzillo.

-¿Disminuyeron los prejuicios en relación a la imposibilidad de jugar al fútbol por parte de las mujeres?
-Hace varios años esto empezó a moverse más. Durante cierto período se abrieron escuelitas y se organizaron más torneos femeninos, pero seguía habiendo prejuicios. Era como que no cerraba la idea de que nosotros también podíamos jugar. Hasta que arrancaron los equipos mixtos y los dos géneros fueron integrándose mutuamente. Todavía persiste el machismo, pero nada que ver con lo que era antes. Lo mismo ocurre en general, desde que la mujer se fue insertando en lugares en los que estaba más apartada.

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