Gente de Cole

«Colegiales es maravilloso, su gente es muy buena»

En Ramón Freire entre Virrey Avilés y la Avenida Elcano, desde hace muchos años, un importante polo comercial concita la atención de los vecinos de Colegiales y otros barrios. Mientras que ambas “manos” de la arteria cuentan con numerosos negocios de diversos rubros, en la vereda de numeración par, se encuentra la única librería de este reconocido centro comercial a cielo abierto. Al frente del local están Sergio Horacio Fonzo y su esposa Patricia. También Ramiro, el hijo menor del matrimonio –periodista deportivo, de 27 años- colabora asiduamente cuando sus ocupaciones se lo permiten. A Rodrigo -35 años- se lo ve con menos frecuencia por el lugar pero también conoce del rubro. Si se presta a atención a las iniciales de los nombres de los hijos, de inmediato quedará claro por qué el negocio se llama como se llama: Librería R&R.

La breve introducción sirve como disparador para que, no sin una cuota de orgullo, Sergio confirme: “Esta es una librería familiar…” El recinto es pequeño si se lo compara con las grandes cadenas del ramo. Pero apenas se traspone la puerta de Freire, uno se topará con un impactante colorido, generado por miles y miles de libros prolijamente distribuidos en exhibidores y estanterías, lo que da la certera sensación de que se está ante un espacio cultural de magnitud.

A través de las siguientes líneas, Sergio resume: “Estamos acá hace 11 años. Antes también estuvimos en el barrio, en un local de la Avenida Elcano, entre Conde y Superí. O sea que en total llevamos 17 años en el oficio. Anteriormente yo trabajaba en un taller de reparación del automóvil, un rubro que nada que ver con esto, pero de todos modos me atraía  mucho la lectura. Me gustaba, sobre todo, leer sobre historia. El cambio fue grande, pero no se dio por casualidad, porque con mi esposa, buscábamos algo así, hasta que se dio… Mis hijos también se sintieron muy cómodos. Recuerdo que cuando arrancamos Ramiro tenía apenas 10 años y ya venía a ayudarnos, entusiasmado. Y es el día de hoy que sigue haciéndolo”.

A continuación, Sergio se refiere a aquella mudanza: “Nosotros estábamos muy cerquita. Pero decidimos trasladarnos acá y no nos equivocamos. Nos cambió la vida. Es cierto, Elcano es una avenida, pero a veces eso no significa que sobre una calle común no te pueda ir mejor. Esta cuadra, por ejemplo, es muy comercial, por acá camina mucha gente. Y desde luego, el costo del alquiler disminuye al no tener el local sobre una avenida”.

La cantidad de libros llama la atención y es difícil no caer en la tentación de preguntar cuántos hay. “La cantidad varía, podría haber 3500 o 4000”, intenta responder Sergio, pero a pesar de la aproximación, aclara que podría quedarse corto. “Hay libros de todo tipo. Infantiles, para adolescentes, novelas, historia, arte, gastronomía, fotografía, escolares…”, agrega. Llega el momento de opinar acerca de las ventajas y desventajas del oficio: “Lo mejor es el contacto con los libros y con la calidez de la gente. A las personas les cambia la cara cuando ven algo que les gusta y te lo agradecen… Es un trabajo muy lindo y generador de muchas emociones. Lo más feo está ligado a los continuos cambios de precios, a que alguien tenga que dejar un libro porque no puede pagarlo”.

El entrevistado no ahorra en elogios a la hora de hacer alusión al barrio: “Colegiales es maravilloso, su gente es muy buena. Más allá del crecimiento que está teniendo, esto todavía es un barrio. Nosotros vivíamos en Villa del Parque y nos mudamos a Sucre y Conde, que pertenece a Belgrano, pero está acá nomás. Se puede ir y venir caminando”.

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