La saga de bicicleterías que estamos explorando comenzó hace algunas semanas con la familia Busato, pioneros en el oficio y creadores de un legado de generaciones dedicadas al ciclismo. Ahora, nos trasladamos unos metros al norte para conocer otra historia igualmente rica en tradición y compromiso con las dos ruedas. En la intersección de las calles Superí y Virrey Olaguer y Feliú se encuentra De Felice Bikes, una bicicletería con varias décadas de historia, fundada por la familia De Felice. Este es el relato de una pasión por las bicicletas que ha sido transmitida de padres a hijos, convirtiéndose en un referente del barrio Colegiales.
La narración podría arrancar a partir de Alberto De Felice, un hombre que nació en 1959 en un contexto familiar que le permitió conocer el mundo de las bicicletas desde temprana edad. Su padre, Antonio, llegó a Argentina desde Italia y vivió en distintos barrios porteños antes de establecerse definitivamente en Elcano al 3200. Fue en este lugar donde fundó la bicicletería De Felice, en el año 1971, un comercio que rápidamente ganó notoriedad en una zona todavía despoblada con respecto a como la conocemos hoy en día..
Alberto creció en ese ambiente. Desde niño, las bicicletas y el taller de su padre fueron su espacio de juego y aprendizaje. En 1971, el negocio se trasladó a su actual ubicación -en la esquina de Superí y Olaguer-, un punto estratégico que, como el de las familias tradicionales, se mantiene vigente en la comunidad. Hoy, Alberto continúa trabajando en la bicicletería junto a sus hijos, prolongando la tradición de la parentela.
En este escenario, su hija Gilda comenzó a involucrarse a fondo en el negocio paterno a partir de 2010, cuando decidió trasladarse del barrio de su infancia, Villa Urquiza, a Colegiales para trabajar junto a su padre y su hermano, Malcom. Nacida en 1991, Gilda fue testigo del crecimiento de la empresa y, desde su incorporación, se ha encargado de la atención al público, así como de los diversos aspectos técnicos de la reparación y mantenimiento de los rodados.
Malcom De Felice, el hermano de Gilda, nació en 1988 y al igual que ella, pasó su niñez en Villa Urquiza. Malcom vivió una etapa de transición en la que, al principio, se mantuvo alejado de la bicicletería. Sin embargo, más adelante comenzó a meterse de lleno en el emprendimiento fundado por su abuelo, pasando tiempo en el taller y aprendiendo los secretos de la reparación de bicicletas. A los 20 años, se incorporó formalmente al comercio, asumiendo su rol como parte de la nueva generación de bicicletera. Hoy, también se dedica a las tareas de reparación, y su aporte es indispensable, como el de cada uno de los integrantes del terceto.
El negocio, al igual que el barrio de Colegiales, ha experimentado transformaciones con el paso del tiempo, pero en este caso su esencia permanece intacta. El clan familiar ha logrado que su bicicletería se convierta en un punto de referencia, para vecinos de Colegiales y otros barrios. El trabajo de los De Felice sigue vigente gracias al esfuerzo Alberto, Gilda y Malcom, quienes han logrado fusionar la experiencia de los años con la frescura y energía de las nuevas generaciones.
Foto: la bicicletería De Felice Bikes, en Superí y Virrey Olaguer y Feliú.
Deja un comentario
Debes estar logeado para dejar un comentario