«Hermosos recuerdos tengo del barrio»

Teodoro García y Freire, una esquina que reaviva los recuerdos de un antiguo vecino.  

El lector Gustavo Onesto nos envió este emotivo mensaje, respecto de los recuerdos generados a partir de su condición de antiguo vecino de Colegiales:
«Hermosos recuerdos tengo del barrio. Nos mudamos con mis padres a Teodoro García y Ramón Freire, a trescientos metros de la estación y a cuatrocientos de Álvarez Thomas. En mi infancia, con cinco años, fui al jardín del colegio O’Higgins (Federico Lacroze entre Zapiola y Conesa), pero primero había pasado por el colegio del Patronato Español -frente al O’Higgins), y tambien por el León XIII (Dorrego y Crámer). Como mis padres no podían sostener una escuela privada y ya comenzaba su escolaridad mi hermano, nos mandaron al colegio de Conde entre Céspedes y Palpa, el único que había en esa epoca en esa calle
Me acuerdo del adoquinado de madera de Federico Lacroze, de los ómnibuses ingleses línea 30, de los colectivos de la época; de líneas actuales como 63, 42, 184, 151 y 168, y de mi querido y desaparecido colectivo de la línea 94. Era el que me llevaba a la escuela secundaria
Recuerdo los cines Argos, Álvarez Thomas, los teatros Argos y Regio, la MAA, Manufactura Algodonera Argentina, y al lado, la villa. No la atravesaba ninguna calle a la villa, hasta que abrieron Zapiola y después los militares se la llevaron toda. Época dura, si las hubo. Nos juntábamos con los muchachos en Teodoro García y Freire y cada tanto caía la policía. ‘Todos contra la pared nos decían’. Y nosotros ahí, parados, muertos de miedo. ¡A ver si nos llevaban todavía! Mi vieja salía y les decía que éramos chicos buenos y todo eso. Bueno, ustedes ya saben lo que dicen todas las madres, y más en esos tiempos. Recuerdo el tren, ya nacionalizado, desde el gobierno de Perón, pero corriendo con los viejos coches ingleses. Y las calles, adoquinadas. Ahora casi todas están asfaltadas. Las recorro semanalmente… y las sigo viendo de adoquines. Lo que es la nostalgia, ¿verdad? Aún tengo muchos amigos de la infancia en el barrio, otros como yo ya nos fuimos de Colegiales, pero vivimos mucho tiempo y tenemos muchas vivencias! Espero que no los haya cansado con tanta charla. Otro día seguimos… ¡chau!»
¡Gracias Gustavo!