Columnas

Los poemas de Don Eduardo Villavicencio

Antiguo vecino de la zona, nos deleita con otra de sus creaciones literarias.

 

Hoy: Al bandoneón

 

Apareciste en Europa

Y luego fuiste “Porteño”

Despertando muchos sueños

De músicos argentinos.

 

Que al escuchar tus trinos

Desplegaron un compás

Y así se empezaron a formar

Varios conjuntos genuinos.

 

Instrumento que fue el alma

Del nacimiento del tango

Manteniendo su gran rango

Dando jerarquía al “Plata”.

 

Valores de mucha talla

Formaron buenas orquestas

Como Pichuco y Aietta

Dos figuras elevadas.

 

Que ya estaban consagradas

Y elevaron su prestancia

Al tocar con elegancia

El ritmo que habían soñado.

 

Así se elevó muy pronto

“Bandoneón Arrabalero”

Impulsando tú, al Tango

Por el mundo con esmero.

 

Y te acompañaron muchas voces

Con orquestas de grandes maestros

Que al conjuro de tus “quejas”

Se espacieron en el “cielo”.

 

Serás siempre el precursor

Que se metió muy adentro

Quedándose para siempre

“Bandoneón Arrabalero”.

 

A pesar, que tu sonido

Lo han cambiado con el tiempo

Y las orquestas no están

Porque se han ido muy lejos.

 

Muchos “Porteños” escuchamos

Los discos de aquellos momentos

Que tus sonidos llegaron

A estremecer nuestros cuerpos.

 

Por eso te rememoro

Porque te llevo muy dentro

Y no me canso de oírte

Endulzando mis silencios

 

Agradezco oírte siempre

Y para mí, serás eterno

Elevándome con tus suaves trinos

“Mi Bandonéon Orillero”.

 

Imagen: Pinterest.

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