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Marzolini y sus inicios en los potreros de Colegiales

El viernes 17 de julio, falleció Silvio Marzolini, a la edad de 79 años. La noticia tuvo amplia cobertura en los medios de alcance nacional, dada la trascendencia que Silvio tuvo como futbolista.

En la posición de lateral por izquierda, debutó en la primera de Ferro Carril Oeste a los 18 años. Al año siguiente, 1960, hizo su estreno en Boca Júniors, siendo en esta institución donde alcanzó el máximo nivel y reconocimiento. En las filas xeneizes actuó en forma ininterrumpida hasta 1972, año en el que se retiró totalizando más de cuatrocientos partidos en su carrera profesional. En dicho lapso obtuvo cinco campeonatos y una Copa Argentina. En la Selección Nacional jugó 28 partidos y dos Mundiales, los de Chile 1962 e Inglaterra 1966. A lo mejor hubiera jugado un tercero, el de México 1970, pero la Selección no llegó hasta esta instancia al haber sido marginado en las Eliminatorias previas a la Copa del Mundo. Para muchos de los que lo vieron en acción, fue el mejor lateral izquierdo de la historia del fútbol argentino.

En la función de director técnico, debutó en la primera de Boca en 1981 y ese mismo año el equipo que conducía, con Maradona y Brindisi como figuras estelares, ganó el campeonato Metropolitano. En 1995 tuvo otro paso por la dirección técnica boquense y desde 1998, también en Boca, estuvo abocado a las divisiones inferiores. En 2008, se retiró.

Silvio en el barrio

En general, los medios que tras su deceso, se refirieron a su trayectoria, repasaron estos mismos datos. Más de uno, quizás también haya informado que previamente a su debut como profesional en Ferro, Marzolini había estado en el ACIA -actualmente, Sportivo Italiano- donde tuvo su primer contacto con el fútbol organizado por la AFA. Sin embargo, si se hiciera una investigación todavía más profunda de sus comienzos, no podría soslayarse el paso de un jovencísimo Marzolini por el club Antártida Argentina. Y esto, ocurrió ni más ni menos que en Colegiales.

En esta nota se lo menciona como un club, si bien tal vez le quede grande este rótulo, considerando el significado que el término “club” posee hoy en día. El Antártida Argentina era un equipo de fútbol, bastante bien organizado allá por fines de la década del Cuarenta y comienzos de los Cincuenta. Su creador y director técnico fue Osvaldo Iparraguirre, quien solía presentar a su equipo en los antiguos Torneos Evita. Por ende, era la del fútbol infanto/juvenil, la especialidad del Antártida, que actuaba como local en una cancha de Conde y Santos Dumont. Allí, jugó Silvio Marzolini.

Marzolini y otros cracks

El historiador Jorge M. Boullosa sintetizó la historia de este modesto club en su libro “El Bajo de Colegiales y sus alrededores”. En una de sus páginas dio a conocer una foto y en ella, efectivamente, aparece Silvio, quien según las estimaciones de Boullosa, tendría doce o trece años cuando ésta fue tomada, en el predio de la desaparecida Ciudad Infantil Eva Perón, en el Bajo Belgrano. Allí, en Echeverría 955, actualmente funciona el Instituto de Rehabilitación Psicofísica.  En la foto, también aparece un hermano de Marzolini, seguramente mayor que él, de acuerdo a su altura. Los Marzolini no eran de Colegiales (Silvio nació en Barracas). No obstante, Boullosa indicó que Iparraguirre conformó su club “con chicos vecinos y otros provenientes de lugares más alejados del barrio”.

Santos Dumont y Conde, en tiempos actuales. En la foto principal, Marzolini (el primero desde la derecha, en la fila superior) en la formación de Antártida Argentina, según la foto del libro El Bajo de Colegiales y sus alrededores.

Ofreció, a continuación, mayores detalles de la participación del Antártida y su mundo: “Los Campeonatos anuales se organizaban por Circunscripción Electoral o por Comisaría en la Capital Federal. En todos los campeonatos organizados entonces, Antártida Argentina ganó el correspondiente a la Circunscripción 17a. (Comisaría 31ª.). Luego se enfrentaban los ganadores de las distintas circunscripciones o comisarías  en esta segunda etapa de la competencia el equipo ganó dos campeonatos capitalinos, uno en 1950 y otro en 1952, y obtuvo un subcampeonato en 1949, habiendo perdido solamente el partido final disputado en el antiguo gasómetro de San Lorenzo, en Avenida La Plata”.

El autor señaló que en relación a los jugadores que llegaron al fútbol profesional no sólo Marzolini integró sus filas. Además lo hicieron Héctor López (ex River y San Lorenzo) y Miguel Rodríguez (ex Boca, River y Ferro).

¿Y después?

La cancha donde ejercían la localía era compartida con otros dos equipos, denominados Sarmiento y Martínez. Ninguno era propietario del predio, sino que éstos pertenecían Estado, adonde pasaron luego de que estuvieran en manos de los ferrocarriles ingleses. El crecimiento de la villa de Colegiales le fue restando espacio a los terrenos descampados y tanto esta cancha como otras vecinas, terminaron sucumbiendo ante el avance del barrio de emergencia. Ese también fue el punto final de numerosos “clubes” del barrio. En 1978 la villa fue erradicada. Hoy en Conde y Santos Dumont hay casas particulares, la Plaza Mafalda y la escuela pública Scalabrini Ortiz. Casi setenta años atrás, esos mismos lugares, fueron transitados por el habilidoso tranco de un promisorio crack.

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