Las heladerías de Colegiales son numerosas. Pese a la pandemia, así como también en otros sectores comerciales, los vecinos han sido testigos de la apertura de nuevos locales por el barrio. Asimismo, hay otro grupo que mantiene su constancia desde antes de la llegada de la cuarentena. Entre estos exponentes se encuentra Clem, la heladería –integrante de un conjunto de sucursales de la misma denominación- ubicada en Superí entre Virrey Avilés y Virrey Olaguer y Feliú. A fines de vislumbrar un panorama en el rubro, este medio dialogó con Gabriela, la propietaria de la franquicia. “El nivel de trabajo ha sido constante, no hemos tenido demasiadas variaciones respeto al año anterior. El balance de 2020 creo que ha sido de aprendizaje, pasó por bajar el ritmo, cuidarnos y cuidar el local en extremo”, señaló. “Por suerte, en particular, no hemos tenido lo que se dice un peor momento, pero al principio de la etapa de aislamiento, cuando no se sabía nada de lo que sucedería, fue difícil”, añadió.
Ante la consulta de si en algún momento, tuvo la idea de dejar el negocio, comentó: “Nosotros no pensamos en cerrar, ya que tenemos una estructura de costos no muy elevados para poder seguir brindando el excelente producto que tenemos a precios muy buenos”.
En relación a la llegada de los protocolos, Gabriela apuntó: “Nuestro local es cerrado al público y nos escuchamos por intercomunicadores, eso ha sido un beneficio mutuo. Además atendemos a la gente con barbijos y apelamos a la utilización constante de alcohol. Los clientes están tranquilos porque extremamos al máximo los cuidados para cuidarlos y cuidarnos. Los productos llegan de fábrica también con todos los cuidados”.
Por último, no dejó pasar la oportunidad de expresar su agradecimiento “a nuestros clientes, que en todo este tiempo han confiado en nuestro producto y su calidad. Todos los días tratamos de mejorar para seguir como el primer día, brindando un excelente helado a precio muy accesible”.
Deja un comentario
Debes estar logeado para dejar un comentario