Club Juventud Deportes

LA PRETEMPORADA ARRANCÓ CON TODO

Las voleibolistas Natalia De Jesús, Florencia Garcia Traverso (arriba) y Macarena Sosa (abajo).

El voley arranca un nuevo sueño. De la mano del coordinador Leo Capdepón y su equipo, los planteles se encuentran de pretemporada desde los primeros días de febrero. En ese contexto, tras una de las prácticas semanales, tres jugadoras de destacada trayectoria en Juventud, dialogaron con este medio.

«TENEMOS QUE CONOCER NUESTRO RITMO»
Macarena Sosa (21 años) está en tercera año Comunicación Social en la UBA. «Me interesa mucho la comunicación institucional», asegura esta vecina de Martínez y Zabala, que fue al colegio primario Monseñor Gustavo Franceschi de Martínez y Elcano, y a la Escuela Argentina General Belgrano en el secundario.
«A Juventud hace cuatro años que vengo», dice, quien a partir de 2017 será parte del equipo de Mayores. «La expectativa es ascender, lograr una buena unidad en el plantel y que tengamos todas las chicas las mismas metas. En cuanto al juego, me gustaría obtener más velocidad y corregir algunos defectos. Por ejemplo, no fijarnos tanto en los rivales. A veces por copiarlos, dejamos de prestar atención a lo que nos conviene a nosotras», afirma con autocrítica. «Tenemos que conocer nuestro propio ritmo y mantenerlo durante todo el partido», añade.
Su papá, Claudio, un reconocido psicólogo especializado en el área deportiva, es el psicólogo del grupo y cada tanto ofrece charlas grupales para los planteles: «Estoy feliz de que nos ayude. Estoy acostumbrada porque siempre me habla de cuestiones relacionadas al deporte y lo mental», concluye Macarena.

«COMPRENDÍ QUE ESTO ES UNA FAMILIA»
Natalia De Jesús (21 años) vivirá su último año en la categoría Sub 21. «Las expectativas son, sobre todo, disfrutar», señala. Enseguida, se refiere a los cambios en su división: «Ahora que se nos van dos jugadoras tan importantes incorporaremos algunas chicas que ascienden y será otra vez adaptarnos a una dinámica de juego nueva, aunque sin olvidarnos de las cosas que ya veníamos haciendo. La idea es formar otra vez la unidad. El año pasado se logró, así que esas son también las expectativas para 2017».
Natalia estudia Hotelería en la Universidad de Quilmes (ya se graduó de técnica en Hotelería), mientras además, se desempeña como niñera de dos chicos de 8 y 10 años.     «Los acompaño a las actividades que hacen por la zona: el colegio, el Polideportivo… Lo que me quedan más lejos, ya que vivo en Belgrano, son los viajes a Quilmes. Pero me dan tiempo para pensar y para estudiar».
Al club, ingresó con edad de Sub 18: «Justo ese año nos tocó viajar a los Juegos Evita a Mar del Plata. Recuerdo que ese viaje me hizo integrar mucho a Juventud y a entender más al club y cómo se maneja. Comprendí que esto es una familia, y que hay que disfrutar del voley y del deporte».
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«QUEREMOS QUE TODAS JUEGUEN Y CREZCAN»
Florencia García Traverso (19 años) es más conocida como la Zurda: «Una zurda falsa, porque en realidad soy ambidiestra», se apura en aclarar. Está en tercer año de Ingeniería Ambiental en la UCA y posee una amplia trayectoria en Juventud. «Entré a los 13 años», informa, y en coincidencia con la opinión de sus compañeras, destaca que lo que más le gusta «es que somos una familia y cooperamos mucho entre nosotras. No está esa competencia de los clubes grandes, donde existe el recelo de quién te va a quitar el lugar. Acá a las nuevas, las integramos, intentamos que se sientan cómodas porque todas fuimos nuevas en algún momento. Queremos que a todas se les dé la posibilidad de jugar y crecer».
Este año, subirá al Sub 21. «Yo soy lo única que subo. Espero que se consolide bien el equipo, ahora que Maca y Aldy se van a Mayores. Y que si es posible, que toda la tira ascienda», dice, a propósito de lo que espera. «El 2016 fue complicado -admite-. En el comienzo se nos desarmó completamente el Sub 19, con la ida de varias jugadoras. Eso hizo que nos acoplemos con unas cuantas compañeras a las que yo, personalmente no conocía. Después, gracias a Pao (Ponce) logramos afianzarnos, las chicas aprendieron mucho y terminamos muy bien en la tabla».
Florencia también es de Colegiales: vecina de Macarena, vive en Martínez y Céspedes y estudió en el Saint Mathews de Moldes y Virrey Avilés.

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